Día 1: Caracas desde el avión y San Antonio de Los Saltos con los All
martes 14 diciembre 2010, por Ingrid Briggiler:
Llegué a Caracas después de 6 horas 20 de vuelo directo con Aerolíneas Argentinas que no estuvieron mal, pero que no me gustaron del todo porque me mareo un poco, la panza se me revuelve y después de la hora cuatro ya quiero llegar.
Nos sirvieron un desayuno que estaba riquísimo y un almuerzo que estaba horripilantísimo. Ja. De todos modos no iba a comer tanto porque mi panza siempre está al borde del llanto, pase lo que pase, y preferí “cuidarla”.
Las primeras horas dormí de a tramos y cuando me despertaba miraba por la ventanilla porque el día estaba despejado. Pude ver la selva amazónica en su totalidad y la verdad que me impactó. No se ve más que un verde oscuro y un río marrón que va haciendo zigzag por el medio de la mota vegetal (foto de arriba). Es como lo vi en revistas, en documentales y en todos lados, pero no me imaginaba que me fuera a asombrar tanto verlo en vivo desde arriba. No debe ser fácil vivir ahí adentro.
Cuando se acercaba el aterrizaje vi Caracas desde arriba en su plenitud, con sus cerros, sus playas, sus edificios y su verde y me encantó. El avión dio un rulo en el agua para acomodarse para aterrizar y el Mar Caribe se vio hermoso y manso.
Al aeropuerto me fue a buscar Raúl All, un amigo de la familia, y me llevó a su casa mostrándome Caracas desde la carretera. Patri, su mujer, me estaba esperando para saludarme y recibirme como a una hija. De premio por haber viajado tanto (chiste), hubo pescado y huevos fritos de almuerzo que fue lo mejor que me pudo pasar para empezar diez puntos mi estadía en Venezuela, ya que amo comer pescado de mar. Róbalo es la especie y estaba muy rico.
Más tarde salimos a recorrer San Antonio de Los Altos, pueblo donde ellos viven, a unos pocos minutos de la capital Caracas. Es hermoso, muy poblado, pero tranquilo. Aprendí la inútil diferencia entre “urbanización” (donde vive la clase media y alta) y “barrio” (donde vive la gente humilde), lo que caracteriza a las casas de los barrios es que no están rebocadas entonces se ven todas rojas (por los ladrillos) y eso queda muy pintoresco en el medio de la montaña verde.
San Antonio está alto en la montaña a más de 1.500 metros el nivel del mar (el cartelito que está arriba de esta puerta lo dice) y eso lo convierte en un pueblo hermoso para recorrer mirando para arriba y al mismo tiempo para abajo.
A la noche conocí a los hijos de la pareja Diego y Daniela y con ellos charlamos un poco de «los argentinos», de viajes y de El Caribe.
Mañana averiguaré por qué medio irme hasta Colombia porque es allí donde pasaré las fiestas y no puedo demorarme porque para esa fecha hay mucha demanda de pasajes (como en todos lados).
Acá anochece a las 18.00 horas y todos se van a dormir “temprano”. Yo también. ¡Hasta mañana! Muchas gracias por sus comentarios me ponen muy contenta.
En la galería de fotos puse el momento de la despedida de mi novio y su familia, y algunas otras desde el avión y de Caracas.
martes 14 diciembre 2010 a las 12:26 PM
El almuerzo se veía rico :3