Un día intenso en Barranquilla
viernes 7 enero 2011, por Ingrid Briggiler:
El martes pasado me levanté temprano en la mañana y salí rumbo a Barranquilla para conocer allí el Museo del Caribe y La Cueva.
A las 7.10 me pasó a buscar una combi que te lleva “puerta a puerta”, te busca en tu casa y te deja en la dirección que vos le digas, sea donde sea al mismo precio y eso está bueno. Me dejó a las 10.20 de la mañana en el Museo del Caribe, en Barranquilla. Por suerte pude dormir todo el viaje porque estaba muy cansada, demasiado.
Estuve en el museo casi tres horas porque es grande y con la guía uno aprovecha mejor cada sala. Después escribiré un post sobre los gastos, pero para que tengan una idea la entrada costaba $6.000 y la guía $2.000, siempre hablando en pesos colombianos.
El museo me llamó mucho la atención porque es muy moderno e interactivo con el público y creo que eso es lo más importante de un museo, para no aburrir sino atraer. La tecnología es de primera y todo está coordinado a la perfección. Eso en cuanto a infraestructura y programación. En cuanto a contenido también es muy bueno el Museo del Caribe porque muestra piso por piso cada parte de la cultura Caribe, mostrando videos y proponiendo juegos para que nos sintamos interesados a saber más. También difunden el cuidado del medio ambiente y educan a los chicos en proteger lo natural, ecológico y autóctono. Si le tendría que poner un puntaje le pondría 10.
En el video de aquí arriba pueden observar la sala de García Márquez y de qué forma multimedia juegan con varios proyectores para transformar las paredes y la mesa en pantallas gigantes que de golpe se llenan de color. (Las ventanas se abren y se cierran automáticamente cuando termina y empieza el video respectivamente. El resto del tiempo, cuando están abiertas y no se pasa ningún video, uno puede ojear la bibliografía del Nobel y alguna que otra obra que lo inspiró). El video durará no más de diez minutos y representa a través de dibujos muy lindos pedacitos de las historias de los libros de Gabo, muy interesante.
Después de ahí me fui a comer a MacDonal’s que es mi refugio cuando tengo hambre y no se bien adónde ir a comer por no mucha plata y al rato salí en moto-taxi para La Cueva.
La Fundación La Cueva es una organización que defiende y promueve la cultura y que tiene sede en el antiguo bar La Cueva donde se reunía el “grupo de Barranquilla” a tomar tragos y estar con amigos. El grupo estaba constituido por varios artistas jóvenes de la década del 60 entre ellos Gabriel García Márquez, aunque él no fue más de cuatro o cinco veces al lugar porque no tenía dinero para gastar en bares.
Un viejo que los veía a todos juntos borrachos y gastando en licores y cigarros dijo alguna vez: “El único que va a hacer algo bueno es Gabo porque él en vez de emborracharse se va a escribir”. Y más o menos así fue, aunque no se emborracha, no por bueno sino porque no le alcanzaba para comprar lo suficiente como para terminar mamado.
Jaime me había dicho que vaya a conocer el lugar y la fundación porque había muchas historias por descubrir y allí me fui, llegué con mi mochila y entré por el restaurante. (Donde era el bar hicieron un restaurante y donde había una casa, al lado, de los mismos dueños, instalaron la fundación propiamente dicha.) Estuve un rato mirando todos los cuadros que hay en las paredes de fotos, de pinturas, de retratos, dibujos hasta que un chico se me acercó y me dijo en qué me podía ayudar. Cuando le dije que iba de parte de Jaime García Márquez se pusieron muy contentos y el chico llamó al director de la fundación para él mismo me haga el recorrido por el lugar, «don Fiori» como le dicen los jóvenes al señor Heriberto Fiorillo.
También me quedé un par de horas en la fundación hablando de literatura, cine, arte e historia. Heriberto me regaló varios libros y me invitó a almorzar con él el día jueves cuando yo volviera de Aracataca, pero como no pude llegar tampoco pude buscar los libros. Pero para solucionar esto voy a mandar un transporte que me los busque mañana mismo y me los traiga hasta acá así me puedo volver a la Argentina con tres libros escritos por él mismo que no solo es periodista y escritor, sino también cineasta y emprendedor.
Pasé una linda tarde donde escuché consejos y muchos chismes del ambiente artístico, y eso es lo divertido, ¿no?
Y cuando salí de la fundación me fui en taxi hasta la casa de la primera persona que me recibiría por CouchSurfing: Diana Cortes. Había leído sus referencias y todas eran maravillosas pero ella y toda su familia superaron mis expectativas porque fueron geniales conmigo y me trataron como una hermana más. Ellas también son todas hijas mujeres y por eso nos entendimos de entrada, jajaja.
A la noche fuimos a tomar algo a un lugar muy lindo, el Café de la Casa, yo tomé helado (mil bochas me sirvieron) y ella un trago “Orgasmo” que dijo que estaba muy rico. Llegó el novio y conocí a unos amigos de ella, que parece tener muchos y que todos la adoran, y más tarde nos fuimos en la camioneta del novio a la playa. Pero antes pasamos por la casa de él y me regaló una cajita de té que había traído de la India hacía un par de días. ¡No lo podía creer! Pero me obligaron a aceptar el regalo y me encantó.
Desde donde estábamos a la playa hay como veinte minutos en auto y para allá nos fuimos a terminar la noche muy bien. Llegamos y fue hermoso para mí que siempre me gusta ver el mar y escuchar el sonido de las olas. No llevé cámara pero Diana sacó con su teléfono algunas que aquí les muestro. Allí nos encontramos con cuatro chicos que estaban disfrutando de la noche y nos quedamos con ellos porque eran amigos del novio de Diana. Bailamos un poco, hablamos de las diferencias de la cultura colombiana con la de argentina y la pasamos muy bien.
Y más tarde volvimos a casa a dormir, pero me quedé tan contenta que no me hubiese ido. Al día siguiente me quedé dormida porque estaba agotada del cansancio. Pero me lo tomé a la ligera.
Desayuné unas ricas arepas con un huevo frito que me preparo la amorosa de “Brujita”, una de las hermanas de Diana (la noche anterior había probado el jugo de zanahoria y me gustó mucho), me preparé todo y me fui dejándoles un beso enorme a todas las chicas y diciéndoles que las esperé siempre en mi casa.
Partí para Macondo, mi querida Aracataca, pero eso ya es historia para otro post. Cada día es muy intenso para mí y hago mil cosas, por eso quiero contarles todo bien con detalles. Pero mi primera experiencia en Aracataca no se volverá a repetir por todas las sensaciones que me provocó. Mañana les cuento.
El sábado salgo para Panamá así que no podré postear por cinco días, espero no me extrañen. Jajaja. Un saludo para todos y espero sus comentarios sobre qué les pareció este día mío en la ciudad de Barranquilla, de donde es Shakira y donde nadie quiere a Antoñito. Jajaja.
viernes 7 enero 2011 a las 7:25 AM
que son las arepas? con que se hacen? traé recetas que después las probamos acá
viernes 7 enero 2011 a las 7:25 AM
me olvidé de decirte que te quiero mucho
viernes 7 enero 2011 a las 9:58 AM
maria del carmen: Gracias tíaaaaaaaaaaaa, sos un amor, me re gustan tus comentarios porque siempre están presentes, como vos y las nenas 🙂 Ya te voy a contar todo todo lo que me preguntás, dejame un tiempito no más. Te quiero yo a vos, besote!
viernes 7 enero 2011 a las 10:10 AM
Ing! que lindo todo!!!! Me encantó el museo y la buena onda de la gente!! Me alegro mucho de que la estes pasando tan bien! Te mando un beso enorme! A donde pasas tu cumple?
viernes 7 enero 2011 a las 10:35 AM
Qué bueno Ing!!! Que lindas anécdotas, que linda gente con la que te rodeas, que bien se te ve!! Me alegro mucho… Muchos éxitos en este nuevo año!